Guardián (Epimeteico, Melancólico) – Conservador – Proveedor
• Sentimiento extravertido
• Sensación introvertida
• Intuición extravertida
• Pensamiento introvertido
Eneotipo 2 – 3 / Signo Piscis – Aries – Tauro – Escorpio – Leo
Amantes de las celebraciones, los festejos y las reuniones cálidas, sobre todo si son dentro de un marco tradicional y colectivo. Gregarios. No pocas veces histriónicos, les encanta que sus emociones sean reconocidas por el público y convertirse en el centro de atención. El sentido de sus vidas gira en torno al servicio y la ayuda al prójimo de su interés, intentando crear siempre para la gente que aman un entorno armonioso. Profundamente empáticos, como los ISFJ, necesitan ser necesitados y son muy orgullosos de dar, a menudo creyendo que jamás van a agotarse en la entrega. También esperan a cambio lo mismo de los demás, con un fino y por momentos susceptible sentido del intercambio, del dar y recibir, por lo que pueden herirse fácilmente. Sin embargo, son fácilmente olvidadizos de sus rencores.
Su entorno favorito es un medio estructurado y convencionalmente seguro donde prime el valor de la simpatía y la compasión.
Finos receptores de los estados anímicos del prójimo, incluso mejor que los suyos propios, impulsivamente se adaptan a ellos entregando en la relación lo que sea necesario para agradar. Es uno de los tipos que más se funde neptunianamente con los sentimientos de los demás, sobre todo si éstos se atienen a expectativas colectivas que este tipo son las que sabe entender mejor: alegría en los festejos, duelo en los funerales, cuidado en la enfermedad, aplauso en los éxitos públicos. En situaciones no convencionales y frente a tipos no convencionales en sus reacciones y valoraciones sentimentales, la compasión del ESFJ se conflictúa.
Atentos vigilantes y protectores de los otros, jamás bajan la guardia ante posibles peligros de los que siempre están prestos a defender a las personas que aman. No se fían mucho de la posible bondad o conveniencia de las eventualidades, y prefieren por ello tomar todas las precauciones posibles para garantizar la seguridad y la estabilidad suya y de los suyos.
Excelentes padres y madres en el hogar, gente con la que se puede contar para cumplimentar compromisos en el resto de áreas vitales también. Como los ISFJ, suelen valorar el trayecto de fidelidad y acompañamiento de todo y a menudo les cuesta mucho abandonar personas, lugares y cosas, más cuanto más tiempo han permanecido a su lado. Esto les crea una especie de confianza “tradicional”.
Uno de sus mayores miedos es el abandono, ya desde pequeños buscan agradar a los mayores para sentirse aceptados y acompañados y con la seguridad de que hacen lo correcto.
Siendo su mayor fuerte la atención personal, se sienten muy cómodos en toda relación familiar, académica o laboral donde la gente se porta de manera cálida, amistosa y delicada. De hecho, buscan siempre convertir todas las relaciones, incluso las académicas o laborales en relaciones lo más íntimas y cálidas posible de amistad, y se sienten muy bien usando esta plataforma de relación y atención personal para medrar en sus objetivos, mucho mejor que apoyándose en sus logros individuales y/o intelectuales en estos campos.
Necesitan reglas seguras y claras provenientes de la autoridad, a la que les cuesta menos esfuerzo admirar y seguir cuanto mayor es su reconocimiento convencionalmente popular, para sentirse seguros con sus proyectos.
Desde muy pronto adquieren responsabilidades por los sentimientos y el bienestar de los otros y se afanan en ayudar a la gente que les importa. No es raro que pertenezcan a clubes y asociaciones caritativas sobre todo si tienen un reconocimiento social explícito.
Los amigos de los ESFJ acuden a ellos con sus problemas por su gran capacidad de escucha, atención y acompañamiento.
Son buenos recopiladores de datos sobre la gente, buenos “historiadores”, así como son muy detallistas en el trato personal.
Prefieren seguir en lo vocacional caminos ya abiertos y seguros convencionalmente, y sobre todo si en su entorno y en su grupo fraternal son los valorados y escogidos popularmente. Sus vidas suelen tener un trazado tradicional.
Para aprender necesitan del cariño de los profesores y de un plan de estudios bien estructurado que explicite con claridad a qué atenerse, qué se exige y que se entrega como objetivo final. Trabajan muy bien en equipo y suelen ser dóciles con las tareas escolares. Prefieren las asignaturas humanísticas y prácticas y mucho menos las teóricas y abstractas.
En el trabajo son prolijos, ordenados y enfocados más a los valores humanos que a la producción, aunque su practicidad no les deja perder de vista la redituación económica, uno de sus baremos de estabilidad vital. Su rendimiento aumenta cuanto más claros son los objetivos y la planificación.
La improvisación creativa no es su fuerte, pero sí lo es hacerse cargo de problemas y organizar a la gente allí donde otros no se atreven, si están en un cargo de autoridad. Desde esa posición, lucharán preferentemente por los valores y atenciones personales de los empleados a su cargo, e impulsarán al trabajo comprometido desde el ejemplo más que con arenga y crítica.
Se sienten bien en ocupaciones como puericultores, maestros, enfermeros, secretarios, médicos de cabecera, terapeutas, selectores de personal, etc.
Disfrutan el ocio organizando y participando en celebraciones tradicionales, cumpleaños, cenas con amigos y todo tipo de actividades sociales, y suelen tener en la semana los huecos previstos más o menos planificados y agendados para estos encuentros.
En el amor son cálidos, comprometidos, leales, entregados y detallistas, y tendentes siempre a agradar al otro, como es su estilo preferencial para cualquier forma de relación. Son guardianes del compromiso establecido a veces más allá de lo conveniente, y pueden llegar a serle leales al matrimonio como institución más tiempo que al cónyuge.
Son muy susceptibles ante la entrega del amante, que esperan sea tan alta como la de ellos mismos. Intercambio que a menudo sólo son capaces de medir en relación a baremos convencionales y no genuinos y profundos. Una parte de la sombra de este tipo en las relaciones es aquella que expresa el tópico “amo porque necesito, no necesito porque amo”.
No son tolerantes para el rechazo, y cuando se están separando tienden a culpar al otro de los “sacrificios vanos” que hicieron por él, mientras intentan espantarlo haciendo alarde de su regusto por el resto de vidas y sectores de su vida en los que también se apoyan. Pueden tardar mucho en reanudar una relación nueva, mientras unas veces se autocritican con crueldad sus propios errores y otras critican y desprecian al ex amante con saña.
Ejemplos: Helena de Troya, María Magdalena. Ficción: el personaje Nora de “Casa de Muñecas” de Ibsen, Scarlett O´Hara en “Lo que el viento se llevó”.
La Sombra
Su aversión a los conflictos tiende a barrer los problemas debajo de la alfombra, usando el mecanismo de la represión y de la belle indifférence. A menudo el ESFJ arrastra problemas sin solucionar desde antaño, porque en un dilema pasado no supo nunca de qué forma responder ni a qué sección apoyar, incapaz de actuar en detrimento de la otra. Su tendencia a agradar a todos y a todas a su alrededor le incapacita a menudo para adoptar posturas claras y lógicas en los conflictos, y lo dispersa en multitud de yoes y actitudes y prioridades distintas, a menudo contradictorias, lo que obliga muchas veces a adoptar posturas falsas para mantener la imagen de integridad y de entrega.
Es el tipo que más capacidad de compasión tiene por los demás y por eso puede perder mucha introspección necesaria para escuchar sus propios sentimientos. No es raro que se recargue más allá de sus límites de responsabilidades por el bienestar de los demás, y no es raro que frente a determinadas situaciones donde se precise una actuación basada en los sentimientos más profundos el ESFJ se colapse por no conocer en realidad cuáles son éstos, y no tener referencias afuera para encontrarlos. En ocasiones puede atorarse entre las partes que “deben” sentir y valorar la situación de un modo y las partes que sienten y valoran de otra, quizás menos convencional y más genuina. Confusión entre la máscara y el yo real.
Una de las armas que tienen facilidad para emplear es la seducción, y no escatiman si lo sienten oportuno usarlas para acercarse a las personas que consideran valiosas para ellos, como líderes o autoridades, aunque no exista en absoluto en primer plano una genuina valoración íntima erótica hacia ellos. Este mecanismo de éxito está relacionado con la psicología adscrita frecuentemente a este tipo en sus (mayoritarios por otro lado) integrantes femeninos de “la hija favorita de papá”. En lugar de disponer del mecanismo de pedir a cambio por su servicio y entrega en salvaguarda de una necesaria compensación, puede aprender a seducir y entregarse al otro sólo por las razones de algún interés y beneficio. En efecto, quien tiene en el otro toda su referencia vital, necesita del otro para abastecerse en necesidades e intereses.
Los “debe” tradicionales, familiares, sociales, pueden formar un cúmulo de prejuicios exigentes y autoritarios que son sobrecargados a sus íntimos en algunos casos, creando caracteres tozudamente faltos de perspectivas y de precisamente, falta de empatía para las actitudes menos convencionales y especiales del prójimo. El animus en las mujeres de esta tipología cumple esa función, contrarrestando la docilidad y la ductilidad del ego femenino con una rigidez prejuiciosa masculina nada amable, a menudo entrometida en las relaciones más íntimas, que puede llegar a desbaratarlas. Este animus “anti-empático” sirve de mecanismo compensador autorregulador en los casos más exacerbadamente compasivos y por ello más alienados, pero suele ejercer su compensación de forma bruta y desconsiderada para los sentimientos de todos los implicados, incluido los del ESFJ. Es por ello muy normal que los ESFJ prefieran relaciones más superficiales y basadas en la dependencia de necesidades y el intercambio que amores pasionales no convencionales, pues cuanto más importante puede llegar a ser emocionalmente su objeto de amor, más corre el peligro de perderse en él, y es por ello la situación donde más se ponen en juego sus puntos flacos: el conocimiento de sus propios sentimientos y valores genuinos, los dilemas de enfrentamiento entre todos los yoes y sus tendencias dispersas, y el entrometimiento saboteador del animus tradicionalista.
Completar la información con:
Kely Portillo dice
Perfil de personalidad
olga gamardo dice
Analisis psicologico
olga gamardo dice
Analisis psicologico 1
amelia champi dice
perfil de personalidad.
J.Carlos Arroyo dice
Perfil de personalidad ESFJ, bastante aproximado a mi personalidad tras leer la descripción, ha acertado hasta en el horóscopo.
karla dice
los invito a chat mbti
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Germán Gustavo dice
Recién completo este test. Realmente impresionado por lo exacto en algunos aspectos que reconozco en mi personalidad.
Muy recomendable.