¿Quién de nuestra generación no ha soñado de niño con llegar a ser astronauta? Hoy, 20 de Julio de 2009, conmemoramos el alunizaje del Apolo XI. Un hito en la historia de nuestra cultura casi tan impactante como la llegada a Santo Domingo de las tres carabelas, que conmocionó conciencias e inconscientes de toda la Humanidad.
Algunos siguen diciendo que lo que ocurrió en realidad fue un «alucinaje», un montaje publicitario, un golpe de efecto necesario en mitad de la feroz competitividad de una carrera espacial más relacionada con la guerra que con la Ciencia. Es absurda esa opinión, pero sí muy cierto que es imposible separar este logro técnico humano de la rivalidad USA – URSS. Quizás El Oscuro fue demasiado lejos al decir que «la guerra es la madre de todas las cosas», pero, con respecto a ésta, así plenamente es. Lo cual de todos modos quita muy poco brillo al evento.
Vamos a publicar algunos videos para sumarnos a la fiesta de cumpleaños universal. El primero es un documento único, donde se demuestra nada más y nada menos que el primer hombre en la Luna no fue Apolo XI, sino… Carl Gustav Jung 😉 :
Moisés Garrido dice
Está muy bien recordar este gran aniversario de la gesta del Apolo 11. Y buena idea también la de colgar esos enlaces a material de RTVE. Por cierto, yo también soñé con ser astronauta, jeje. De hecho, en mi blog he puesto una foto en la que estoy tripulando una nave espacial ¡a la edad de tres años!… Bueno, aprovechando esta gran efemérides, he dejado varias entradas en mi blog sobre lo que supuso el Apolo 11, refiriéndome también al origen de algunas de las teorías conspiranoicas que más se han difundido, unas señalando que no se llegó a la Luna (absurda donde las haya), y otras diciendo que los astronautas se toparon allí con bases extraterrestres (más absurda aún si cabe). En fin, espero que os gusten…
http://lasombradecharvaka.blogspot.com/
Saludos,
Moisés Garrido
Moisés Garrido dice
El cine de ciencia-ficción imaginó, desde la entrañable «Viaje a la Luna» (1902), exóticas y arriesgadas misiones a nuestro satélite, en escenarios que, a veces, guardaban gran similitud con lo que más tarde se pudo ver en los vuelos Apolo. Por cierto, los selenitas del celuloide no siempre fueron horripilantes monstruos, sino también sensuales hembras…
Les invito a que lean mi última entrada en:
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Saludos,
Moisés Garrido