La máquina atlante que configura las afortunadas coincidencias se puso en marcha al poco de publicar la anterior nota relativa al recién estrenado documental del National Geographic, tendiendo varios hilos entretejidos. Uno de ellos logró que convergiéramos un grupo de allegados, colegas en la investigación de los temas del ramo, en una reunión de carácter informal y privado que se celebró en la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Huelva el pasado 6 de abril, donde los doctores Claudio Lozano Guerra-Librero, especialista en Arqueología Submarina, y Juan Antonio Morales, especialista en Geología Submarina, expusieron prolijamente sus puntos de vista sobre el tema que trata el ya archifamoso documental. Ellos están muy capacitados para hacerlo: son dos de los protagonistas de esa producción. El National Geographic los invitó a participar y aceptaron de buena gana.
Hago mención especial de la arqueóloga Mª Victoria Martínez de la Torre, cuyos alumnos en su curso de iniciación a la arqueología forman el grueso del público asistente a la reunión. Entre ellos quiero destacar a Alexandra Daza y José Alberto Fernández, dos mentes peculiarmente ágiles e inquietas con una decidida vocación de investigar y aprender.
El coloquio fue filmado por nuestro allegado Moisés Garrido, piedra angular en el desarrollo de este hilo sincronístico, y está subido ya aquí. Una excelente crónica está ya realizada por nuestra allegada Lourdes Gómez en su blog. Con estos dos trabajos la información, digamos, oficial, del evento está exhaustivamente divulgada. Pero hay mucho más. Por ejemplo, ciertas cosas que se hablaron a cámara cerrada, y que de momento no tengo permiso para divulgar. Y otras cuestiones con demasiado sesgo subjetivo, personal, para exponerlas públicamente.
Los hilos entretejidos forman auténticas madejas que se despliegan siguiendo las directrices del Anima Mundi…
He pensado que mejor cuelgo el video también aquí:
José Alberto Fdez dice
Estimado amigo de la criptohistoria. Antes que nada, mandarte un cordial saludo y agradecer lo de «mente agil e inquieta». La verdad es que el video no tiene desperdicio como primicia, pero los comentarios finales son la guinda del asunto. No debe pues, pasar desapercibido que halla lo que halla ahí abajo enterrado entre los limos mareales y estuarinos, desde el punto de vista más mítico (lo sugerente y cuasi- romántico de la patria de los atlantes) como más academicista (una nueva pieza claves para clarificar los albores y -la llamada por los especialistas- «edad oscura» de Tartessos), tiene un grandísimo potencial investigador. En cualquier caso, que se hagan los trabajos pertinentes, y en cuanto a nosotros, que estemos aún en facultades para conocerlos… Saludos jungianos!
Bonam dice
Sobre todo «halla lo que halla». A todos ustedes les vendría bien estudiar más.
Alberto Tenorio dice
Me parece vergonzoso que haya investigadores (si se les puede llamar así) que se inventen historias de este tipo sin ninguna base científica. Es deprimente que salgan estas cosas porque confunden al publico no especializado en la Historia y no ven que la realidad de todo esto es que estos personajes que aparecen en el documental unicamente lo hacen por darse notoriedad, ademas de por dinero.
No tengo calificativos para expresar esta payasada, lo que si puedo decir es que en España hay muy buenos investigadores, arqueólogos e historiadores que a lo largo de decadas han realizado trabajos, publicaciones etc. que no llegan al publico en general, pero con una capacidad critica y cientifica que esta en el extremo de lo que sale en este documental.
Por favor si queremos que la gente entienda que la arqueología es una ciencia como cualquier otra, no divúlgen esta patochada que es una americanada para pasar el rato comiendo palomitas.
Raúl Ortega dice
Precisamente porque la arqueología pretende ser una ciencia como cualquier otra existen este tipo de producciones, ya que la ciencia como profesión participa de las leyes del negocio como cualquier otro. Siempre a la caza de incrementos en sus presupuestos, de mejores inversores, de subvenciones más grandes, de connivencias políticas y administrativas, de inventos y patentes a cualquier precio, en una desenfrenada carrera extremadamente competitiva hacia la fama, el prestigio, el poder y el dinero. Supongo que usted estará al día, como yo, de las complejas intrigas palaciegas que en este sentido se dan en el seno de las universidades e institutos de investigación españoles, y, por supuesto, del mundo. ¿Caben en mitad de todo esto la honestidad y la verdad? Por aquí y por allí sí, por supuesto. A pesar de todo. Pero hay que ser muy perspicaz para distinguir trigos de pajas en este monumental tinglado económico y mediático.
La tesis que expone este documental convengo con usted que está traída de los pelos (que es lo mismo que opinan los investigadores que lo presentan en ese vídeo de arriba). Pero ni más ni menos que millares de tesis e investigaciones en todos los campos de la ciencia que ahora mismo, mientras dialogamos, están llevándose a cabo; aunque mucho más anónimas, aún así favorecidas igualmente con grandes ventajas en un sentido o en otro.
Por otro lado, en su crítica, que es como un disparo con perdigones, indiscriminado, no distingue entre los objetivos, las tesis y las maneras de Richard Freund, el genuino responsable del documental, y el colectivo de científicos a su cargo que meramente aparecen ahí en calidad de contratados (ya hemos dicho que la ciencia es hoy mayormente un trabajo). Si se toma la molestia de investigar sólo un poquito descubrirá que en figuras de la talla de un Juan Antonio Morales o un Claudio Lozano se favorece España con elementos punteros a nivel internacional en sus respectivos campos, que no necesitan participar ni en ese documental ni en ningún otro para mostrarlo ni demostrarlo.
Finalmente añado que la arqueología no sólo es una ciencia como cualquier otra. Es además otra cosa. Al acercarse al mundo antiguo se acerca a modos de conciencia, de ser y de estar, atávicos. Igual que ocurre con la antropología o la psicología, es el método científico incursionando en mundos más allá de la ciencia. Sin una mínima capacidad de pensamiento mítico, de sensibilidad artística, de intuición, la arqueología no puede encontrar realmente nada, no puede comprender lo que halla, y básicamente se queda, en el mejor de los casos, en una historia sobre demografía, arquitectura y cerámica, muy interesante quizás para aparejadores y alfareros. Por eso son los sueños delirantes de un Schliemann, que piensa como los sujetos de su estudio, los que la inauguran, y los que, según mi parecer, seguirán siendo siempre el modelo genuino y paradigmático de la queste (búsqueda) arqueológica. Sí, ya sé que usted con esto no estará nada de acuerdo. Pero no podrá borrar con eso al prusiano y sus maneras de las páginas doradas de la historia de esta ciencia.
Alberto Tenorio dice
Seguramente, señor Raul Ortega, usted tampoco me ha entendido tampoco lo que quiero decir. Creo que el culpable de esta farsa no es el señor Richard Freund,ni el National Geografic, ellos han hecho la pelicula que querian, puro negocio…para ganar dinero. Lo podian haber hecho en el caribe o en cualquier parte del mundo.
Lo vergonzoso es ver a esas dos figuras «de talla internacional», Juan Antonio Morales y Claudio Lozano representando a la Universidad de Huelva. Me he puesto al día sobre el curriculum de estos dos onubenses y verdaderamente los méritos de ambos son para enmarcar, excepcionales…Me da mucha pena gente como usted que seguramente tenga una conciencia limpia y sin maldad. Pero no ellos, ellos lo hacen por fama y dinero, simplemente. Les da igual que sea la Atlantida como un meterioto, lo importante, para ellos, es que la gente sin un nivel minimo de critica seria se traguen este cuento.
Me encantaria poder escuhar la opinion de los dos investigadores del CSIC que iniciaron el proyecto y que recularon a tiempo. La opinion que tienen de estos dos eméritos onubenses.
Lo mejor de todo es que han quedado retratados para siempre, por sino lo habían conseguido antes en otras apariciones estelares.
Por su bien…no se deje engañar tan facilmente.
Raúl Ortega dice
Despreocúpese de mi ingenuidad, Sr. Tenorio. Soy precisamente favorecido testigo de todos los entresijos en relación a la realización de este documental, lo que incluye el conocer al detalle cómo Freund y el National se pusieron en contacto con la Universidad de Huelva para contratar los servicios de los departamentos implicados, lo que ocurrió detrás de cámara durante el rodaje, los dimes y diretes que siguieron sucediéndose después, y hasta los pormenores de ciertas polémicas adyacentes en las que yo mismo me vi implicado de modo personal. Confíe en mi criterio, y, especialmente, en la valoración que hago de los papeles representados en mitad de todo este entramado por las conspicuas figuras de Morales y Lozano. Ellos hicieron lo que tenían que hacer, lo que cualquier otro investigador en sus mismas posiciones habría hecho, y, de seguro, de un modo menos brillante y eficaz. Si nos parece mal que unos científicos aprovechen una buena oportunidad de investigar, engrosando curriculum, «haciendo carrera», a la vez, entonces nos parece mal todo el edificio científico-educativo actual. Vuelvo a remarcar que, en comparación con las formas torticeras de «hacer carrera» que se dan constantemente en estos ámbitos, en comparación con tanta investigación peregrina y ridícula en que se invierten los dineros hoy día, y en comparación con el apoyo que tantas tesis lamentables reciben desde lo privado y/o lo público, para menoscabo de toda la sociedad, el buscar la Atlántida en estas costas, y no en otro lugar, es un empeño en sí grandemente sensato y perspicaz.
Aclaro que mis consideraciones parten de estas bases: relacionar Atlantis con Tartessos es la tesis más inteligente que en este contexto se puede apoyar. ¿Los indicios aportados en esta dirección por Freund son suficientes para justificar una divulgación a bombo y platillo en forma de caro documental? Al National le parece que sí. A mí no tanto, pues, como dije, están traídos de los pelos. Y esta forma de pensar la comparto con Lozano y Morales, precisamente. Pero todos somos conscientes de que mandan los patrones, y no los marineros. Séalo usted también.
Juan Antonio Morales dice
Pues aquí està la respuesta al señor Tenorio. Mire usted, antes de descalificar de es manera hay que informarse un poquito. Desconozco que es lo que motiva esa crítica tan ácida, pero sospecho que viene dirigida y es malintencionada. Tan malintencionada que no merece respuesta. De cualquier forma le diré que se equivoca totalmente. Se equivoca al decir que lo hacemos por dinero, puesto que ni los compañeros del CSIC ni los de la Universidad de Huelva hemos cobrado ni un duro por nuestra participación en el documental. Se equivoca también en que buscamos notoriedad, el que me conoce sabe que soy un hombre familiar, amigo de mis amigos, humilde y no necesito Notoriedad ninguna en mi vida para saber quien soy. No necesito hacer carrera saliendo en un documental por muy National Geographic que sea, hago carrera publicando en revistas científicas y no voy a poner aquí mi currículum, que está edificado sobre esos artículos y sobre mi trabajo aplicado a la gestión portuaria. Una investigación útil a la economía, no vana como la que usted alude. Se equivoca Raul Ortega al decir que somos «el equipo de Freund»‘, en ningùn momento lo fuimos, ni los científicos del CSIC ni nosotros. Si mira el documental con detenimiento no verá salir de mi boca la palabra Atlåntida, ni me verá en Doñana, puesto que no he estado allí. Simplemente he investigado dos cuestiones: 1) la actuación de tsunamis históricos en La costa de Huelva, hecho que está demostrado y publicado en Qaternary Science Reviews y Sedimentary Geology. 2) La posibilidad de existencia de un asentamiento humano a varios metros de profundidad en la costa de Chipiona, cosa que es posible si el asentamiento fuese de edad Calcolítica (no atlante, como otros pseudoinvestigadores mantienen). Este afloramiento resultó ser completamente geológico, cosa que defiendo en el documental.
No veo qué hay de indigno o ilegítimo en realizar una investigación y que ésta sea utilizada en un documental. Asumo los datos de esta investigación, pero no asumo ninguna de las interpretaciones que hace Freund en el mismo.
Señor Tenorio, espero que en el futuro se abstenga de volver a insultarnos ni a hacer especulaciones sobre mis intenciones al participar en el documental, a menos que usted manifieste abiertamente cuáles son las intenciones que usted tiene al insultarnos. Atentamente.
Raúl Ortega dice
Muy querido amigo Morales:
En mi humilde opinión, tanto énfasis puesto en el mero desmarcarse de esta producción acaba dándole la razón a opiniones como la de Tenorio, en el punto en que encuentran injustificada e injustificable vuestra aparición en él. Al final va a parecer que el asunto poco más o menos gira alrededor de una serie de planos robados por paparazzis del National, frente a los cuales el único comportamiento coherente sería presentar una querella por daños a la imagen pública y la integridad profesional. Y, obviamente, la cosa no va por ahí. Por el contrario, estoy plenamente convencido de que la hipótesis de la que parte la investigación tiene tanto derecho a existir como tantísimas otras desde el pasado remoto de la ciencia hasta hoy mismo, en una historia que además está llena de esto mismo, de descalificaciones e insultos apresurados y prejuiciosos a las ideas arriesgadas («eppur si muove»). Este derecho propio a la existencia que tiene esta formulación, y que, por tanto, justifica una cierta inversión en ella (en entredicho por supuesto hasta donde debiera ascender ese monto), avala también la colaboración de cualquier investigador del ramo que sea reclamado y que tenga algún interés en la hipótesis en sí o en alguno de los muchos temas adyacentes que toca. Que en la época de las aulas llenas de ordenadores, las conferencias educativas con proyector y powerpoint y de la cultura en general sustentada en los audiovisuales alguien se escandalice de que los científicos salgan en la tele haciendo no otra cosa que su trabajo sólo puede deberse, en efecto, a una inquina personal, a una animadversión subjetiva. De todos modos un asunto éste que, repito hasta la saciedad, llena el mundo de la investigación como llena todos los ámbitos del quehacer humano. La envidia, desgraciadamente, es un mecanismo de medre darwiniano a menudo muy eficiente.
Sinceramente, no veo necesarios más argumentos que estos, que, a mi entender, explican suficientemente el por qué de todo lo ocurrido. Sólo añadir otra vez lo ya dicho por activa y por pasiva: si vuestras investigaciones hubiesen estado supraordinadas y no al revés al proyecto del National, vuestras voces críticas hubieran tenido más prevalencia, hubieran «chupado más cámara». Obvio. A eso me refería con lo de «formar parte del equipo de Freund»: a estar hasta cierto punto subordinados a su guión, al guión que sufragaba la productora, y no al revés. Lo cual explica esa laguna en el apartado crítico, cosa que debería entender hasta el más tonto sin necesidad de más explicaciones ni justificaciones. El mundo laboral funciona así. En la educación, en la ciencia, en la empresa. En todo. Quien invierte, quien paga, manda. Abierta o tácitamente.
De camino, vuelvo a subrayar qué pinto yo en mitad de todo esto. Voy a justificar mi presencia por aquí en medio, lo que desgraciadamente me incluye también en las polémicas. A mí me enteresa la realidad objetiva y sólida del mito de la Atlántida, un peso pesado de la imaginería cultural a lo largo de muchos siglos. Tenga o no que ver directamente con monumentos, rocas, tribus y sociedades o no, sea real para ciertas ciencias o no, para la ciencia que a mí me interesa lo es muy de sobra. Caldea el ambiente, moviliza los amores y los odios más profundos, provoca reyertas y da sentido a ciertas vidas, mueve dinero… ¿Qué más realidad necesita? A mis ojos, ninguna. Toda ciencia nace de la imaginación; el punto de partida es la hipótesis. Para ciertas ciencias el camino coherente después de eso son los hechos físicos, el ensayo y error en el mundo sensible. Para las ciencias que yo represento no. El camino coherente es viajar desde la imaginación, el pensamiento, el alma, hacia aquello a lo que todo eso está subordinado y algunos suelen llamar metafísico. En ese plano, y sin ninguna necesidad de corroboración arqueológica, la Atlántida, desde siempre, existe. No hay nada más que demostrar. Sólo falta entender por qué y para qué lo hace.
Juan Antonio Morales dice
Amigo Raul.
Yo no me desmarco del documental, ni me arrepiento de haber participado el mismo. Yo hice ciencia, que el documental ha utilizado sólo en parte. Al igual que los científicos del CSIC, que han elaborado un artículo que saldrá en Antiquity. Sólo me desmarco de sus interpretaciones y conclusiones, que sólo conocí cuando vi el documental. Mi comentario anterior sólo intenta poner de manifiesto que la intervención del Sr. Alberto Tenorio (si es que realmente ese es su nombre) no es propia, sino que viene dirigida por alguien que es uno de esos investigadores que cree tener más méritos que nosotros para haber participado en el documental. Si no, no se explica una acritud tan clara.
Un saludo.
Georgeos Díaz-Montexano dice
Por mera casualidad (o por causalidad, quién sabe), acabo de leer estos comentarios, y me duele, sobre manera, ver cómo el Sr. Morales cree que el tal Sr. Tenorio está enviado por mi. Aunque no me cita, sé perfectamente, que es a mi a quien se refiere con el término de «pseudoinvestigador que cree en la Atlántida» y especialmente con sus últimas palabras, cuando dice:
«Mi comentario anterior sólo intenta poner de manifiesto que la intervención del Sr. Alberto Tenorio (si es que realmente ese es su nombre) no es propia, sino que viene dirigida por alguien que es uno de esos investigadores que cree tener más méritos que nosotros para haber participado en el documental. Si no, no se explica una acritud tan clara…»
Sé que el Sr. Morales está pensando en mi, porque ya tuvimos una cierta discusión a raíz del documental, incluso por vía privada (por email) en el 2011. Pero, juro por mis seres más queridos, y hasta por mi hermano fallecido recientemente, a quien quería con toda mi alma, que ¡YO NO TENGO NADA QUE VER CON ESE SR. TENORIO! al cual ruego, encarecidamente, tenga el valor de dar la cara, y demostrar quién es de verdad.
Ruego también al Sr. Ortega, que revise los ip desde los que ha escrito esa persona, e inicie una investigación, con la mayor profundidad posible, en aras de ver si puede de algún modo identificar la procedencia de tales mensajes firmados por el Sr. Tenorio. Aunque lo ideal sería que este revele su verdadera identidad.
Sr. Morales, créame, que por muy dolido que yo pueda estar por cómo se hicieron las cosas con respecto a mi participación, lo cual no quiero ni volver a mencionar siquiera, yo no soy su enemigo, ni tampoco lo soy del Sr. Lozano, y no actúo en contra vuestra de ¡ningún modo! ni por delante, ni mucho menos por detrás… ¡No soy un cobarde ni lo seré jamás!
Créame, Sr. Morales, que si realmente tuviera la intención de busca algo de justicia social y ética, lo haría por los medios legales y legítimos. No como un cobarde escondido detrás de un alias. De hecho, en mi libro, Epítome de la Atlántida Histórico-Científica, Tomo I, les menciono a usted y al sr. Lozano, al tocar, muy someramente este asunto, y cualquiera puede comprobar si lo hago con suficiente ética o no. Lo que digo sobre el asunto de este documental y vosotros, lo hago sin el más mínimo atisbo de resentimiento y sin perjudicarles de ningún modo. Soy una persona que estoy más que acostumbrada a recibir palos de todo tipo y de todas partes, siempre en tierra de nadie, y en medio de un campo de fuego, recibiendo las balas de los dos bandos… Ya forma parte de mi vida el vivir así, y eso, después de tantos años, ha terminado por convertirme en una persona que termina perdonando todo (o casi todo) y superando las situaciones, por muy dolorosas que sean…
Espero que esto que de aclarado de un modo u otro…
Saludos cordiales, especialmente al sr. Ortega…
Georgeos Díaz
http://www.AtlantidaHistorica.com
Pd. Creo que tanto el Sr. Morales como el Sr. Lozano, deberían demandar pública y hasta legalmente a Mr. Freund, ya que en su último libro sobre Atlantis, en el que trata de todo lo sucedido en el rodaje de este documental (desde su punto de vista, obviamente), adjudica en varias ocasiones, mis teorías sobre la Atlántida, a Morales y Lozano. En cada momento que se refiere a mis investigaciones, las refiere como la teoría o hipótesis de Morales y Lozano. Este libro se está leyendo en el mundo entero, especialmente porque cuenta con un gran poder divulgativo. Así que espero que los señores Lozano y Morales, que tanta vergüenza siente por que se les asocie con las teorías de un pseudoinvestigador de la Atlántida como yo, hagan todo lo posible por desmentir, públicamente, este hecho plasmado en el libro de Mr Freund, con independencia de que tomen, o no, medidas legales con el citado profesor judíoamericano, por los daños y perjuicios que le está causando, a nivel mundial, al adjudicarles las teorías de un pseudoinvestigador de la Atlántida como yo a ellos mismos. De no hacerse esta aclaración, y de no desmentirse públicamente, de un modo bien claro, tajante, pues entonces, todo el mundo entendería que los señores Morales y Lozano se sienten muy a gusto con que se les adjudiquen mis teorías o hipótesis. Así que espero se haga a la mayor urgencia posible.
Georgeos Díaz-Montexano dice
Mejor os dejo el ejemplo más claro (http://www.actiweb.es/georgeosdiazmontexano/imagen25.jpg). Se halla en la página 72 de Digging through History: Archeology and Religion from Atlantis to the Holocaust, de Richard Freund, 2012.
Aunque todo el mundo sabe que tales supuestas evidencias subacuáticas fueron localizadas por Lozano y Morales en el trascurso del rodaje, en base a mi reporte a la UNESCO del 2003 (tal como ellos mismos confirman al final del video en esta misa página), se adjudica -sin ninguna ambigüedad, de modo bien claro- a un hallazgo de Lozano y Morales como parte de una hipótesis de ellos mismos. De hecho, lo que se cita en este párrafo, es literalmente tomado de mi reporte a la UNESCO del 2003, pero cambiando mi nombre por el Lozano y Morales. Y nótese como claramente se dice que ellos hallaron (found) piezas monumentales de arquitectura que ellos creen que serían restos de una antigua ciudad sumergida…
Imagino que si los señores Lozano y Morales, aún no han publicado ningún comunicado para dejar bien claro que ellos nunca han dicho esto, y que ni esta hipótesis ni esos supuestos hallazgos de posibles ruinas sumergidas es de ellos, sino del que escribe estas líneas, es porque aún no han leído el libro de Freund que salió publicado en Septiembre del pasado año.
Espero al menos haberles ayudado a que se enteren de esta falsa adjudicación que tanto daño les puede estar causando a nivel mundial a sus prestigios como científicos y verdaderos investigadores, al quedar como autores de una hipótesis y de unos supuestos hallazgos de un pseudoinvestigador de la Atlántida como yo.
Un cordial saludo,
Georgeos
Juan Antonio Morales dice
Estimado Georgeos.
Gracias por estos comentarios y por el tono cordial con el que los haces. Insisto en que no me dedico ni me he dedicado nunca a investigar sobre la Atlåntida. Lo que tengo que decir sobre mi investigación saldrà poblicado en el próximo número de Geo-temas. Gracias también por ponerme sobre aviso sobre la atribución que hace Freund sobre la hipótesis, argumento que no conocía.
Siempre he reconocido incluso públicamente, y Raul Ortega es testigo de ello, que la fuente de los descubrimientos es tuya, aunque nada de lo que yo he estudiado tiene un origen humano, no digo que pueda haber otras cosas que yo no haya visto que lo tengan, de hecho sería posible con un nivel del mar más bajo. También he comentado públicamente que me hubiera encantado que participaras en las campañas del documental, eso hubiera enriquecido mi trabajo. Nunca quise entrar en polémica contigo y ésta sólo surgió de tu empeño en atribuirme un boicot hacia tu persona, que creo que no existió y para lo que nunca he tenido motivo alguno.
Te equivocas al pensar que pienso que estàs detrás de los comentarios de Tenorio. Estoy pensando en alguien con más influencia y más poder en el mundo de la Historia, que se encuentra en mi ámbito cercano y ha hecho comentarios muy ofensivos sobre mi en otros foros. Siento si ha parecido otra cosa, pero no guardo ningún resentimiento hacia tí porque tampoco tengo motivo, en la discusión que tuvimos tu postura era legítima, aunque te equivocaste centrando en mi tu frustración.
Insisto también en que nunca he ganado ni un duro con mi participación, lo cual hubiera sido legítimo, pero no fue así, y este documental lo único que me ha traido es quebraderos de cabeza.
Espero que este comentario sirva para zanjar de una vez el malestar y que la cordialidad vuelva a nuestra relación.
Un saludo.